Historias reales

Finley, 2 años

Cuando adoptamos a Finley era un perro muy miedoso, le aterrorizaban los ruidos fuertes, ¡sobre todo los fuegos artificiales! Mucha gente tira petardos/fuegos artificiales en nuestros alrededores y Finlay estaba muy asustado: jadeaba, trataba de esconderse, temblaba…

Nuestro veterinario nos recomendó probar ADAPTIL Calm. Enchufamos el difusor en la habitación que más solía estar.

Después de varios días de usarlo, Finley parecía más relajado y con el tiempo cada vez se ha ido convirtiendo en un perro mucho más tranquilo.

Ahora estamos mucho más unidos.

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